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Soy CARLOS JOSÉ ACUÑA ARAUJO. 

Nací en Santa Marta, una de las ciudades más hermosas no solo de Colombia sino de todo el Caribe. Soy ABOGADO graduado en la Universidad Autónoma del Caribe en la ciudad de Barranquilla en el departamento del Atlántico.

Desde hace 7 años tengo mi residencia en Orlando Florida, pero mantengo una relación estable y continua con mi ciudad y mi país, sin dejar de ser, por supuesto, un activo y solidario miembro de la comunidad colombiana en la Florida.

Elegí dedicar mi vida a la abogacía porque desde que era muy niño siempre creí que esa profesión, más que ser útil para dirimir conflictos entre las personas, servía para prevenirlos y para lograr que pudiéramos vivir en armonía. 

El ejercicio profesional del abogado combina funciones tan variadas como las de oír, aconsejar, actuar con prudencia y paciencia, conciliar, procurar armonía en vez de privilegiar los litigios, guardar idéntica reserva y sigilo a los asuntos de nuestros clientes como si de un confesor se tratara, estudiar continuamente y sobre todo, pensar que en nuestras manos se confió un oficio tan sagrado que nos obliga a privilegiar el servicio a nuestros semejantes por encima de cualquier tipo de lucro personal. 

Durante toda mi vida he creído, como lo dice Benito Juárez, que “ENTRE LOS INDIVIDUOS, COMO ENTRE LAS NACIONES, EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ” y ese es el lema que ha orientado siempre mi ejercicio profesional como abogado.

Pero adicional a mi respeto y admiración por la abogacía como profesión, he tenido la suerte de contar en mi familia a varias personas que la han estudiado y que dedicaron su vida a ejercerla.  Gracias a ellos he aprendido a querer mi oficio y a procurar desempeñarla con dignidad y orgullo como profesional del derecho.

Si me preguntan, ¿en qué se diferencia su oficina (bufette) profesional de abogados a las demás que existen en el mercado?, diría que son varias las diferencias, aun cuando lamentablemente me haría extenso si quisiera citarlas todas:

En primer lugar porque CARLOS JOSÉ ACUÑA, al igual que todos los abogados y las personas que nos colaboran, concebimos la profesión como una forma de SER ÚTILES a la sociedad.  Ya he dicho que en nuestras oficinas se privilegia el SERVICIO a los demás por encima del ánimo de lucro.

Adicionalmente, en ACUÑA ARAUJO LAW a quienes demandan nuestros servicios siempre los tratamos más como personas que como clientes.  Nuestra firma no quiere tener solo clientes: Quiere tener amigos y personas que depositen su confianza en nosotros y en nuestro personal.

Otra razón que nos diferencia es que nuestro propósito principal, aun cuando no el único, es poder servir a personas colombianas que viven en el exterior o extranjeras para que puedan solucionar sus problemas, asuntos legales o trámites de cualquier índole en Colombia sin que tengan que viajar o incluso prestarles asesoría cuando requieran hacer inversiones o administrar bienes que tengan en el país.

Podríamos citar otras tantas diferencias, pero en aras de la brevedad, diremos que somos distintos a otras oficinas profesionales de abogados, porque contamos con oficinas propias en varias ciudades de Colombia y en Orlando Florida y, en donde no las tenemos, contamos con alianzas y corresponsalías con abogados muy prestigiosos y de reconocida trayectoria donde se demande que prestemos nuestros servicios.

A las personas que en el futuro requieran el acompañamiento o la asesoría profesional de ACUÑA ARAUJO LAW les diría que no están contratando simplemente a una firma de abogados, que por el contrario somos personas en quienes pueden depositar confianza y en donde van a ser tratados más como amigos que como clientes.

Cuando se produzca mi retiro del ejercicio profesional, que con la ayuda de Dios va a tardar muchísimos años más, quisiera ser recordado entre las personas como alguien que supo ser ÚTIL como profesional de la abogacía y que logró ser consejero y su amigo.

Una de las frases célebres que me parece que tiene más relevancia e impacto en los momentos difíciles que estamos viviendo actualmente es la que se le atribuye al político británico Winston Churchill: “El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes”

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